miércoles, 28 de noviembre de 2012

AMOR DE MOTO


Este relato está basado en un hecho real, pero a ninguno de mis amigos del foro Moterus se le ocurriría actuar como a Tina Smith (nombre y localizaciones ficticias).

 Aunque si os contara alguna de las locuras que casi todos hemos hecho encima de una moto, también os asombraríais.  Sed prudentes. 


Québec


Al cabo de los Mossos d’Esquadra André Puig* siempre le había fascinado Québec. No le asustaba el frío: él había nacido en el Pirineo gerundense. Ni el idioma: sabía hablar francés. Y en Québec hacía frío y se hablaba el francés.


Solicitó realizar un año de prácticas con la Policía Montada del Canadá y se lo concedieron.


Caporal Puig, mantingui les orelles i els ulls ben oberts ¡Ah! I sense passar, ni un cèntim, el pressupost. Bona sort **―dijo su comisario jefe.



Un mes más tarde de recibir aquellas órdenes, André Puig, no sentía el frío que hacía en el calabozo, pero estaba helado por dentro. No tuvo dudas al hacer la única llamada telefónica que le permitían sus carceleros.


― ¡Comisaria Reina!  ¿Es usted? ―chilló nervioso―, soy André Puig. Estoy detenido en Montreal,  Distrito 8, en Québec, Canadá. Me han acusado por el homicidio preterintencional  de Tina  Smith.  La muerta sólo hablaba inglés, y no la entendí. ¡Necesito ayuda, si us plau!

― ¿Homicidio preter… qué? Oye André, no me vengas con bromitas… ¿sabes qué hora es? ―respondió Carmen soñolienta.

 ―En Madrid serán las dos de la madrugada. Siento despertarle comisaria, pero no es una broma. Estaré incomunicado las próximas 72 horas ―contestó Puig―. Y se cortó la comunicación.

Cuando el detenido fue trasladado, tres días después, ante el juez canadiense, cruzó su mirada con la de Carmen, presente en la sala junto al abogado defensor.  Y sintió que empezaba a deshelarse por dentro.


Señoría, con la venia, soy el representante legal del acusado. Le presento un informe complementario de este caso, elaborado por Carmen Reina de Quirós, comisaria de Interpol, donde se prueba de manera irrefutable, que el agente de la policía española en prácticas André Puig,  no abandonó a la víctima después de que cayera a un pozo con su scooter, sin que ella hiciera caso a sus avisos y saltándose la barrera policial; sino que, después de rescatarla del fondo de dicho pozo, se metió en el coche patrulla para pedir ayuda médica.  

Cuando el acusado terminó de hacer la llamada y salió del vehículo, se dio cuenta de que la mujer había escapado para recuperar su moto del agua, cayéndose otra vez al fondo del charco.  El señor Puig trató de salvarle de nuevo la vida, pero la señorita Tina Smith ya se había ahogado.

 Se acompaña una breve declaración jurada de la madre de la fallecida, justificando la temeridad de su hija.

―Léala en público, letrado ―dijo el juez.

―”Se volvió a meter en el río para rescatar su moto Lucy: la adoraba”.


―El detenido queda en libertad sin cargos ¡Se levanta la sesión! ―dijo el magistrado, dando un enérgico golpe en la mesa con el martillo de madera.

La comisaria de Interpol Carmen Reina de Quirós entró en la cafetería Le Pain Quotidien, cercana  a la boca de metro de Tribunal. Aunque en la calle hacía una temperatura agradable, le encantó el ambiente tibio que había dentro del establecimiento y el olor a cruasanes recién hechos: los mejores y más caros de Madrid.


Echó un vistazo a su alrededor para comprobar que Elvira Ferrán no había llegado aún, aunque los juzgados donde trabajaba como jueza de instrucción, le quedaban próximos. Se sentó a esperarla.

―Hola Carmen ¿cómo estás? ―dijo Elvira a su espalda.

― ¡Ven a mis brazos, aventurera! ― respondió Carmen levantándose y fundiéndose en un abrazo con su amiga ―. Tenía ganas de verte después de tu crucero por Egipto.

― ¡Oh, sí! ―contestó Elvira ―ya te hablaré de mis ligues. Conocí a algún espécimen capaz de darte bocados con los ojos, como los cocodrilos del Nilo.

Se rieron a carcajadas. Ahora eran dueñas de su dinero, de su vida y de su destino; hacía tiempo que las heridas, amargas, de sus respectivos divorcios, habían cicatrizado.

―Aunque antes, tienes que contarme por qué tuviste que viajar con tanta urgencia a Canadá ―dijo la jueza al sentarse.

―Por “amor de moto”.

Cuando  Elvira Ferrán cogió el metro en Tribunal, de vuelta a casa, pensó en voz alta lo que le escuchó decir en una conferencia al profesor Carlo María Cipolla***.

― “Una persona estúpida, es lo más peligroso que existe”.


Marcuan: 28/11/2012.


*Ver Marcuan: “Ónix negro”.

**Catalán.- “Cabo Puig, tenga bien abiertos los oídos y los ojos.  ¡Ah! Y no se pase un céntimo en el presupuesto.  Buena suerte”.

***Allegro ma non troppo (1988). Teoría de la Estupidez. Carlo María Cipolla.













jueves, 22 de noviembre de 2012

MADRE AGRADECIDA


Éste es el mejor relato que he escrito hasta ahora,
porque no lo he escrito con tinta, sino con el trabajo de
toda una vida.


Recuerdo cómo, en la película Gladiátor, el general hispanorromano Máximo arenga a su caballería, antes del combate, diciéndoles: “Príncipes, lo que hacemos en la vida, tiene su eco en la eternidad…”. Y así es.

Desde las Columnas de Heracles os invito a que hagáis bien vuestro trabajo, sea el que fuere, para que un día, cuando  seáis  “historia”, su eco pueda daros  una satisfacción como ésta, por sorpresa y tan emocionante.
  
Gracias  Ana.





Hola Marco: 


No sé si se acuerda de mí, soy Ana la madre de Sergio G. 

Hace unos días mi hijo volvió del Gimnasio y me dijo:
―  ¿A  que no sabes con quién  he coincidido en boxeo?  ―,  y en su cara había una sonrisa de oreja a oreja…

Yo inmediatamente intenté repasar en un momento todos los amigos que hacía tiempo que él  no veía, mi sorpresa fue cuando dijo:
 ―Con Marco, mi profe. 

Recuerdo su primer día de Instituto,  renegando de todo y sobre todo de su tutor Marco, porque le había separado de sus compañeros y todo le parecía mal.

También recuerdo las primeras reuniones de tutoría cuando me decía usted:
― Este chico tiene que estudiar una carrera.

Acaba de empezar Bachillerato, no sé cómo acabará, pero sí sé que se está convirtiendo en un proyecto de " hombre " y creo que en esa tarea algo ha tenido que ver su tutor, aquel del que renegaba el primer día de Instituto.

A mí hoy solo me queda darle las gracias y sentir que no siga impartiendo clases,  porque este año mi hijo pequeño ha empezado la Educación Secundaria Obligatoria.

UN SALUDO. Una madre agradecida.  



Ana:22/11/2012.