lunes, 18 de marzo de 2024

CAROLUS REX III DE ALBIÓN

Continúa la aventura vital de nuestro personaje de ficción. Con el deseo de que os arranque una sonrisa caritativa, al menos.




Todas las televisiones del mundo estaban dando una noticia mundial: “Carlos, Rey de Inglaterra, padece cáncer, descubierto después de una operación benigna de próstata”

─ ¡Atiza, macho! Con lo que te ha costado esperar para ponerte varios kilos de diamantes en tu testuz ─dijo Pedro al verlo. ─ ¡Bienvenido al club, majestad, jajaja!

Apagó la televisión mientras una sonrisa amarga cruzó por su cara. Era su primer día de revisión después de pasar por un duro proceso: Detección de los adenocarcinomas mediante tracto prostático, resonancia magnética, biopsia de fusión y criocirugía focal…

─ Carlitos Rex: “Cada perro se lame su pijo” como dice el refranero castellano.  Toca preocuparnos del nuestro...

Subió al tren de cercanías para ir a la clínica urológica de  Madrid, se sentó junto a la ventanilla del tren y pensó en lo que había hecho en su vida ¿Quién habría sospechado que iba a salir tan bien? Pedro había leído mucho y muy variado, y recordó una arcaica sentencia zen:

“Siéntate en silencio y espera. Deja que las cosas ocurran por sí mismas y sé consciente de cuándo actuar y cuándo dejarlo estar”

─ Sentado y en silencio ya voy; y dentro de poco seré consciente de lo que debo hacer o no hacer ─ se dijo a sí mismo en un suave murmullo que hacía inaudible el traqueteo del vagón.

Ya en el metro sólo deseaba salir de esa ratonera cuanto antes, e indemne. Su hijo mayor,  usuario diario de ese transporte, le había advertido: “ Pedro, ya no es como en tus tiempos, ni se te ocurra mirar fijamente a nadie y menos aún a chicas ligeras de ropa. Vas por una línea peligrosa, ponte estos auriculares aunque no estén conectados y mira los anuncios de la pared con cara de bobo”.

─ Buenos días Ana, tengo consulta con el cirujano a las once, pero acostumbro a llegar un poco antes. Voy a seguir leyendo mientras espero. Como me quedo absorto cuando leo… ¿serías tan amable de avisarme cuando llegue mi turno?

 ─ Buenos días ¡Claro que sí Pedro! ¿Y qué es lo que estás leyendo que te absorbe tanto, si puede saberse? ─ contestó la recepcionista regalándole la mejor de sus sonrisas.

La mujer desnuda: un estudio del cuerpo femenino, de Desmond Morris.

Cuando Pedro acabó de decirlo en voz alta, en la sala de espera de la clínica de urología, en pleno barrio de Salamanca de Madrid, llena de ancianos conservadores acompañados por sus mujeres; un silencio sepulcral estalló como una granada de mano. Hasta se podía oír.

Pedro sintió la sensación que tendría un judeoconverso ante la mirada de Torquemada, el Inquisidor: terror.

─ Bueno no es lo que te piensas, es un estudio antropológico de… la mujer… ─Pudo balbucir.

─ ¡Don Gallardo Jacobo Álvarez de los Castillos y señora, acompáñenme por favor! ─anunció Ana.

La comitiva pasó a su lado como si Pedro fuera una estatua de humo.

Pedro pensó otra vez en zen, se sentó y esperó, y lo dejó estar.

Los antropólogos defienden la tesis de que a la evolución le importa poco un individuo una vez éste se haya reproducido, es decir, cuando ya ha transmitido el tesoro de su ADN a otro ser humano de la misma especie, se convierte en prescindible.

─ Me lo tienes que prestar ─ le susurró Ana bajito al volver de la consulta.

─ Cuenta con ello, pero quizás te interese más El hombre desnudo, del mismo autor, donde expone que sólo hay tres formas de penes en los Homo Sapiens machos…




Dos matrimonios se levantaron y se alejaron de Pedro al otro extremo de la consulta, serios y con la mandíbula inferior altiva, mientras Ana hacía grandes esfuerzos para no soltar una carcajada.

Cuando le tocó su turno y abrió la puerta de la consulta Pedro se asustó. Primero, porque un hombre de casi dos metros con bata blanca y con una cabeza en forma de pera, impresiona. Y después por pura intuición, al ver su mirada.

 ─ ¿Por qué noticia empiezo Pedro ─preguntó el médico ─ por la buena o por la mala?

─ Por donde quiera, pero dígamelas rápido, doctor.

─ Tenemos que volver a operar Pedro, tu cáncer se ha recidivado. Lo superarás, aunque quedarás impotente e incontinente y tendrás que usar pañales.

─ ¿Sabe usted si en los conventos de los frailes cartujos hay farmacia? Bueno, se podrán pedir por Internet supongo, los pañales, digo, porque voy a reservar una celda en el de Xeréz de la Frontera…

El urólogo se echó a reír.

─ No es para tanto, hombre, las ciencias avanzan que es una barbaridad, como cantaban nuestro abuelos en las zarzuelas. Te vamos a aplicar las mismas técnicas que al Rey de Inglaterra: os operará Da Vinci.

─ ¿Un descendiente de aquel genio?

─ No, es un robot de última generación que vale millones y aquí tenemos uno. Hable con Ana para las pruebas del preoperatorio. Hasta pronto. Cuídese.

Pedro salió cabizbajo y se acercó a la mesa de recepción.

─ Toma Ana, te regalo el libro, se me han quitado las ganas de leer sobre los penes de los Sapiens y de la madre que los parió.

 

MARCUAN. 18/3/2024. Copyright

(CONTINUARÁ)

viernes, 22 de septiembre de 2023

DENUNCIA FALSA - IIII

 

Anna y Angelina Ermakova

 "El artículo 456 del Código Penal español vigente sanciona a quien imputare a alguna persona hechos que, de ser ciertos, constituirían infracción penal, si lo hiciere con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio por la verdad, ante funcionario judicial o administrativo que tenga el deber de proceder a su averiguación"


 En el año 2.000, después de dejar el tenis, el triple campeón alemán de Wimbledon: Boris Becker, tuvo un encuentro sexual casual con Angelina Ermakova. Ésta le practicó una felación, guardó el semen del tenista en su boca, lo pasó a un bote preparado para la ocasión y lo usó fraudulentamente para inseminarse con él y tener una hija, Anna, sin el consentimiento ni conocimiento del padre biológico: Boris cayó en la trampa que le había tendido la mafia rusa, que logró extorsionarlo por dos millones de euros.

Posteriormente, en Estados Unidos, un hombre menos famoso: Richard Phillips, cuyo esperma fue obtenido con la “Técnica Ermakova” por su antigua amante: Sharon Irons, que luego ésta utilizó para embarazarse sin su consentimiento, oyó, estupefacto, la sentencia del Tribunal de Apelación, que lo condenaba a pagar 800 dólares mensuales a la mujer, con este argumento jurídico: “Mr. Phillips participó en actos sexuales en los que ninguna persona razonable pensaría que pudieran embarazar  a Ms. Sharon, que utilizó su esperma de una forma no ortodoxa e imprevisible”. No obstante, su Señoría cree que: “al entregar el esperma, éste se convirtió en un regalo, en una transferencia absoluta e irrevocable de propiedad del donante al receptor, porque no existía un acuerdo previo para reclamar la devolución del depósito original…”

 

Hay sectores ideológicos y sociales que niegan la existencia de las denuncias falsas, o que se dan en porcentajes ínfimos. Pues bien, la realidad es que en España se interponen miles. En los procesos contenciosos de separación y divorcio, desde la aprobación de la Ley Integral de Violencia de Género, han aumentado las denuncias falsas como instrumento de las mujeres para conseguir rápidamente la custodia de los hijos comunes y la pensión de alimentos.

La mujer que denuncia por violencia de género obtiene en pocos días una resolución en la que se le reconoce la custodia de los hijos y una pensión alimenticia, así como el uso de la vivienda familiar. Si acudiera por la vía civil, ante la saturación de los Juzgados de Familia, tardaría mucho más.

Cuando no existe matrimonio o convivencia, también las mujeres obtienen beneficios sociales prevalentes en trabajo y vivienda.

Las Columnas de Heracles, marcuan.blogspot.com, nace con el objetivo de divertir: con imaginación; o de informar: con rigurosidad y utilidad*. En este caso los consejos jurídicos que a continuación os trascribo, pueden resultar útiles a los hombres españoles.

El primero, por encima de todos los demás, y el más sencillo de entender es: “No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti”

 

Y ahora atentos, sed más inteligentes y precavidos que  Becker y  Phillips… o ateneros a las consecuencias.

 

 PRIMERO: Por mínima que sea la sospecha que tengas de que puedes ser víctima de una denuncia falsa por violencia de género, por parte de una pareja que no vive contigo, aléjate de los lugares en que podáis coincidir. Así evitarás cualquier discusión o provocación que permita  a la falsa denunciante llamar a la policía diciendo que le has pegado o insultado.

SEGUNDO: Si convives con la denunciante, llama a un abogado de inmediato –en los Colegios de Abogados siempre hay alguien de guardia- y comunica por correo electrónico o guasap a tus amigos o vecinos de confianza, dónde estás.

TERCERO: Graba en audio y en vídeo todas las conversaciones.

CUARTO: Llama de inmediato a un amigo o familiar que pueda ser testigo de la situación real.

QUINTO: Guarda siempre silencio ante la amenaza e intimidación de avisar a la policía de la posible denunciante, mientras lo grabas. Si te grita, insulta y provoca NUNCA respondas. Huye de inmediato en busca de ayuda lo más rápido posible a la casa de un vecino, amigo o familiar. JAMÁS, te lo repito, JAMÁS te defiendas empujándola o apartándola, aunque te agreda levemente y te produzca dolor.

SEXTO: Si te encuentras con la presunta denunciante por la calle, refúgiate en un local donde haya gente y cámaras de seguridad, mientras llamas a un abogado, familiar o amigo para que vengan a recogerte. Toma nota de los teléfonos de los testigos.

SÉPTIMO: Guarda todos los tikets de compras, entradas etc. que puedan demostrar lugar y hora determinada. Si puedes, te recomiendo escribir un diario de día: lugares, personas, actividades… te servirá para recordar y demostrar tu versión de los hechos en caso de que tengas que defenderte de una acusación falsa.

OCTAVO: Nunca contestes a llamadas, mails, guasap, correos electrónicos o cartas que procedan de la posible falsa denunciante o de sus familiares y amigos.

NOVENO: Si tienes hijos con ella, solicita medidas provisionales para poder verlos.

 

En el caso de que te denuncien o seas detenido, como le ocurrió a nuestro ficticio protagonista Pedro, te recomiendo que hagas lo siguiente:

 

PRIMERO: No declares nada de nada ante la policía o la guardia civil. Espera al “alivio” de oficio o el de tu confianza, es decir, a un abogado. Ten paciencia y serenidad, canta Resistiré, pero no te desesperes. La policía tiene que comunicar tu detención a un familiar o al abogado de tu confianza, así que lleva uno bueno en tus contactos. Si te defiende bien de una denuncia falsa, conseguirá el archivo de la causa o una sentencia absolutoria.

SEGUNDO: Si te han detenido sin más hechos y pruebas que por una denuncia falsa, es una detención ilegal. Solicita el HABEAS CORPUS o, mucho mejor, pide que lo solicite tu abogado, un familiar o un amigo. Este mecanismo jurídico evita los arrestos y detenciones arbitrarias. Si te lo admiten te pondrán inmediatamente a disposición de un Juez, no ante la policía y si demuestras que ha sido una denuncia falsa y eres inocente, no te encerrarán en un calabozo ni tendrás que esperar 72 horas del plazo máximo de detención, poniéndote en libertad con más rapidez.

TERCERO: Cuando obtengas Auto de archivo o Sentencia absolutoria, queréllate en vía penal o demanda en vía civil a la falsa denunciante. Evitarás con ello que vuelva a hacérselo a otra víctima, y además exige que te pague una indemnización, en su caso, por el daño psíquico que has sufrido.

CUARTO: En procesos por divorcio o separaciones contenciosas, solicitud de guarda y custodia compartida, o procesos de modificación de medidas, la denuncia falsa o instrumental se convierte en una pieza clave.

 


─ Buenos días Don Pedro Sánchez Beitiarralangoitia… ─dijo el empleado de la agencia de viajes del Corte Inglés. ─Le he buscado un viaje urgente a Fuerteventura, como usted me pidió. Tiene suerte de volar en medio de dos de nuestras mejores clientas, unas señoras muy simpáticas y agradables, más o menos de su edad…

─ Cancélelo de inmediato, por favor. Prefiero irme en el ferry que sale desde Cádiz, en un camarote individual ─contestó Pedro como un rayo.

─ Pero le costará mucho más caro y llegará mucho más tarde... y además se marea en los barcos, según me contó.

─ Ya ─dijo Pedro pensativo ─pero “gato escaldado, del agua fría huye”…

─No entiendo lo que quiere decirme señor Sánchez Beitiarralangoitia. 

Pedro se levantó de la silla, bajó por las escaleras mecánicas y salió a la calle. Un gato negro se le cruzó rápido como una liebre, huyendo del gentío.

─ ¡¡¡Tú si me entiendes!!! ─le gritó Pedro en voz alta.

Una mujer se lo quedó mirando mientras se colocaba su sombrero Stetson y enfilaba, garboso como el viejo profesor de arqueología Indiana Jones, camino de la “Llanura del Fuego del Dragón”, en que un alcalde timorato había convertido la plaza de la simpar Puerta del Sol de Madrid, al despojarla de todos sus árboles...

 

Marco. Cpyright.

21 de septiembre de 2023.

 

* Ver en este blog: Acoso moral...¡No te dejes!; Camaleones; Psicópatas; La vida es lo primero; ¡No lucir!; ¿Agresor o abusador sexual?.

 

 

 

 

martes, 12 de septiembre de 2023

NI SÍ NI NO: SINO TODO LO CONTRARIO - III

  Ni personajes ni hechos aquí relatados son reales, sólo imaginarios...




Con la venia de su Señoría*:

Señores y señoras del Jurado, acaban ustedes de oír por parte del  Fiscal y del Abogado de la acusación, las graves imputaciones penales que se le achacan a mi defendido: allanamiento de morada, amenazas, agresión sexual y lesiones. 

No son ciertas.

Todas ellas invocando a la Ley Orgánica 10/2022, de 6 de septiembre, de garantía integral de libertad sexual, vulgarmente conocida por todos ustedes como la ley del “sólo sí es sí” y reformada por la Ley Orgánica 4/2023 de 27 de Abril, después del pandemonio social que se organizó por la excarcelación de muchos condenados por delitos sexuales, al reducírseles la pena a unos y a otros no.

En su artículo 1 dice: “Será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años, como responsable de agresión sexual, el que realice cualquier acto que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento. Sólo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona”

Y aquí está el quid de la cuestión: el consentimiento, es decir, la palabra de una mujer contra la palabra de un hombre o a contrario sensu**

¿Y yo me pregunto, cómo se puede probar objetivamente que hay consentimiento? ¿Cómo se puede demostrar que cesa o se concede el consentimiento en la intimidad? ¿Por prevalencia de la palabra de una mujer sobre la de un hombre o viceversa?

¿Es cierto que “una mujer es alguien que por el hecho de ser mujer tiene más riesgo de pobreza, más precariedad laboral, más riesgo de sufrir violencias machistas, de ver vulnerados sus derechos sexuales y reproductivos. Ser mujer es tener menos posibilidades para garantizar todos sus derechos y para conquistar la posibilidad de tener una vida digna. Es estar en una posición de desventaja por el hecho de ser mujer” como ha declarado recientemente la actual Ministra de Igualdad en funciones?***

Voy a responder a todas estas preguntas únicamente como se tiene que responder en un Estado Constitucional y democrático: con “la verdad judicial”. La verdad judicial es la forma que tiene la democracia para imponer con carácter general “la verdad” sobre un hecho controvertido. 

Señoría, señoras y señores miembros de este Jurado… ¡No hay otra forma!

Nuestra Constitución dice en su artículo 14 que los españoles somos iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquiera otra condición o circunstancia personal o social. Y en su artículo 9.2 exige a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo sean reales y efectivas; exige a los poderes públicos del Estado Español remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y también facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social.

Y yo vuelvo a preguntarme ¿Es el problema de España elegir a unos políticos metidos a legisladores incapaces, legislatura tras legislatura, de acabar con tantos uxoricidios y tantas denuncias falsas? ¿Se emplean los grandes recursos económicos que España genera para tener una Ley Educativa estatal y una Sanidad Pública universal mediante un pacto de Estado? ¿Se unen esfuerzos para tener unos Cuerpos de Seguridad bien retribuidos y una Justicia rápida y eficiente?

La violencia y la discriminación, se las adjetive como se las adjetive y las ejerza quien las ejerza, son execrables y repugnantes. Son los poderes públicos los que tienen que buscar por qué se producen y combatirlos con toda su fuerza.

A los ciudadanos se nos responde machaconamente con más de lo mismo, con leyes que no se cumplen por falta de medios, como La Ley para la igualdad efectiva de mujeres y hombres: “Las mujeres y los hombres son iguales en dignidad humana, e iguales en derechos y deberes… en particular mediante la eliminación de la discriminación de la mujer. ¿No existe la discriminación del hombre?

Dicho todo esto: Señoría y señoras y señores del Jurado, expongo ante ustedes que mi defendido se declara inocente de todos los cargos de que se le acusa mediante una denuncia falsa, y que esta letrada de la defensa desmontará, aportando pruebas fehacientes, objetivas  e irrefutables.



─ Gracias Abogada, se levanta la sesión hasta mañana a las 10 de la mañana. Abandonen la sala, por favor ─dijo el juez desde el estrado, dando un mazazo sobre su mesa.

 

Marcuan. Copyraigh

11/09/2023

(Continuará)

 

*Permiso pedido para ejecutar algo.

**En sentido contrario.

**Irene Montero en El País: 03/09/2023.

 

viernes, 1 de septiembre de 2023

NO ES NO - II

 En mi opinión, lo que diferencia al mundo animal del civilizado son las leyes. "Sed lex, dura lex": La ley es dura, pero es la ley . 

Nada ni nadie es perfecto bajo nuestro Sol y te puede pasar lo que el azar decida... pero para eso está la ley, para cumplirla sin distinción de raza, religión o género.

Todo lo que aquí se cuenta es ficticio, haya o no haya ocurrido aún. 

Este Blog es gratuito, no es obligatorio leerlo, y tampoco está escrito con otro ánimo que no sea el de divertir o informar, pero nunca para generar enfrentamientos o insultos: eso se lo dejamos a las redes sociales.

En la Escuela de Escritores de Madrid nos dijeron que un escritor -o un aprendiz de escritor, como es mi caso- tiene que ser valiente. 

Muchos mueren por serlo... y seguirán muriendo por la sagrada libertad de expresión.




─ ¡El “alivio” chicos! ¡Viene el “alivio”! Vuestro abogado de oficio os espera arriba ─gritó el funcionario de turno en los calabozos de la comisaría. ─Pedro Sánchez de Bei… no sé qué, prepárese para subir.

Pedro no había podido evitar, durante toda la noche, vomitar bilis en la celda varias veces a causa de la angustia. El hedor era insoportable. Pensaba que tenía que haber una equivocación. La última vez que recordaba haber tenido una relación sexual normal fue con su ex pareja, hacía más o menos un año, y no se llamaba Lucrecia. 

Subió las escaleras deprimido, ojeroso y maloliente: jamás en su vida había estado en un cuarto tan inmundo. Sentía estar viviendo una  pesadilla. Le dolían las muñecas y olía a miedo.

─Hola Pedro, me llamo Josefa, pero puede usted llamarme Pepa. Soy su abogada de oficio. Le voy a leer sus derechos…

─No hace falta, me han traído aquí sin hacerme ni caso. Yo no he agredido a nadie.  A esa señora Lucrecia, o como se llame, no recuerdo conocerla de nada ¡si ni siquiera he visto su foto!

La letrada,  de edad madura, miró a Pedro con profundidad desde detrás de sus gafas redondas. Su intuición y su experiencia le decían que aquel hombre era inocente de los delitos que se le imputaban. 

También sabía que para ganar un juicio tienes que tener razón, demostrar que tienes razón… y, aquí estaba la madre del cordero: que alguien te dé la razón. Y ese alguien, de momento, era la jueza instructora del caso: doña Clotilde Rosa  Espinosa, a la que se le había marchitado la flor, si algún día la tuvo, y se había convertido en una corona de espinas a la medida de sus clientes. 

Pepa y su señoría, habían tenido enfrentamientos de toma y daca en el estrado, en los que la letrada, brillante defensora de oficio, le había metido muchos goles por la escuadra a la jueza. No iba a ser un camino de rosas este caso… pero Pedro la había enternecido. Le recordaba al amor de su vida, asesinado en los barrancos de Tizi-n-Tichka en los montes del Atlas de Marruecos, cabalgando encima de su moto Trici: su querido cacharro de tres ruedas…*

─ ¿A usted le gusta el fútbol Pedro? Si es así prepárese para jugar un duro partido. Salte, corra, muerda, pegue patadas, codazos, cabezazos, sin piedad… porque no la van a tener con usted, Pedro; tiene al árbitro y al público del estadio en su contra y el otro equipo sabe hacer trampas. Luche Pedro, luche a mi lado, resista como el junco de la canción.

Pedro miró el rostro de bondad e inteligencia de su abogada y arrancó a cantar con lágrimas de rabia en sus ojos, la canción que ya se sabía de memoria**.  Su vozarrón de genes navarros, cortó en seco, como navaja de barbero, los murmullos de aquella comisaría, dejándola en silencio… un silencio espeso que olía como un queso rancio de gruyer.

Cuando me amenace la locura
Cuando en mi moneda salga cruz
Cuando el diablo pase la factura
O si alguna vez me faltas tú

Resistiré, erguido frente a todo
Me volveré de hierro para endurecer la piel
Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte
Soy como el junco que se dobla
Pero siempre sigue en pie
Resistiré, para seguir viviendo
Soportaré los golpes y jamás me rendiré
Y aunque los sueños se me rompan en pedazos
Resistiré, resistiré

 

─ ¡Cálmese señor! ─rogó una voz apaciguadora a su espalda mientras le ponía una mano en el hombro ─Pepa es la mejor abogada que hay en la ciudad. Todo se aclarará ─dijo la policía novata.

─ Gracias Patricia: Y ahora echemos un vistazo a esa acusación, al auto de instrucción de mi amiguita y a las pruebas que se aportan...

 

Marco. Copyright.

1/9/2023

(Continuará)

 

 * Ver: "Güisqui y vodka para Tarik" en este Blog.

 ** Ver: "Tiempo de despedidas" en este Blog.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 18 de agosto de 2023

SÍ ES SÍ - I

 

Nuestro protagonista se va a encontrar esta vez con la “discriminación positiva” ¿ Que qué es eso…? Ojalá ningún hombre tenga que sufrirlo nunca.

En este relato personajes y situaciones pueden parecerse a hechos reales, pero será por casualidad, todo es ficticio e imaginado por su autor.

 

 


 

 

¡¡¡Glinglinglinglinglin…!!! ¡¡¡Glinglinglinglinglin…!!!

¡¡¡Glinglinglinglinglin…!!!

Pedro pegó un respingo en la cama y se levantó: llamaban al telefonillo automático de su piso con insistencia.

─ Alexa ¿Qué hora es? ─Preguntó a su altavoz, somnoliento.

─ Las seis de la mañana ─le respondió una voz de hojalata.

Desnudo, como siempre le gustaba dormir, echó a andar por el pasillo hasta la puerta de entrada y se quedó de piedra cuando vio la imagen que reflejaba el visor. Al coger nervioso el teléfono, se le resbaló de las manos.

─ ¿Di… diga? ¿Pasa algo?

─ ¡Policía…! ─Atronó una voz dentro del casco del antidisturbios.─ ¿Vive ahí Pedro Sánchez?

─ No señor. El Presidente del gobierno en funciones creo que vive aún en La Moncloa ─respondió Pedro con total ingenuidad.

─ ¡A ver amigo, no me toque los cojones que tiro el edificio abajo! ¿Vive ahí don Pedro Sánchez de Bei..tiarra…lan…goitia, que manda huevos de apellido, con documento de identidad número quince millones quince letra X? ─Gritó el agente.

─ Sí, ese sí soy yo ─contestó Pedro asustado. ─¿Le abro?

─ Traigo una orden judicial de búsqueda y captura contra usted. ¿Baja voluntariamente o subimos a buscarlo? ─dijo el policía sacando la defensa de su vaina ─le doy diez minutos. Baje con su documentación.

Pedro no se dio cuenta de que se había puesto los calzoncillos al revés… Cuando con cara desencajada abrió la puerta del portal, lo esposaron con las manos a la espalda en un pispas.

─ Patricia, anda, léele sus derechos y así vas practicando ─le soltó el oficial a una joven compañera.

─ ¡A la orden mi brigada! Señor, según el artículo 520 de La Ley de Enjuiciamiento Criminal, apartado 2, se le arresta mediante denuncia interpuesta por doña Lucrecia Arrieta de la Iglesia, acusado por comisión de un delito de agresión sexual con agravante de lesiones. Tiene derecho a guardar silencio no declarando si no quiere…

─ ¿Doña Lucrecia qué…? ¡¡¡Pero si yo no sé quién es esa señora!!! ─dijo Pedro a voz en grito.

La joven policía en prácticas, impertérrita, siguió leyéndole sus derechos hasta el final…

Marcuan. Copyright

17 de  Agosto de 2023. 

(Continuará)

martes, 1 de agosto de 2023

MASAJEADOR

 


Os recuerdo que ni este ni todos mis anteriores relatos son historias reales, sino imaginarias.

Quizás lo que aquí se cuenta haya pasado, pase o pueda pasar, pero ni los protagonistas ni sus circunstancias son reales, y cualquier relación con las personas sería accidental.

Al comenzar a escribir me fijé el objetivo de informar o divertir a mis lectores. Conseguirlo, y lo espero, es otro cantar… Que os divirtáis.

 


El alcalde recién elegido por una mayoría aplastante de habitantes de la Villa y Corte, viniéndose arriba ante los periodistas, como Dustin Hoffman en Pequeño Gran Hombre*, declaraba a voz en grito ante la prensa: “Es importante la discreción, pero las negociaciones van por buen camino… y podremos trasladar la Fórmula 1 a la ciudad de Madrid”

El reportero, más entusiasmado que el propio entrevistado, se volvió a la cámara aferrado a su micrófono como a un clavo ardiendo.

“El evento de F1 de este sábado en el centro obligará a cortes de tráfico y afecciones en EMT y aparcamientos, ante la esperada masiva afluencia de público: unas 50.000 personas. Sergio “Checo” Pérez irá al volante de un Red Bull RB7. En México, a todos los que se llaman Sergio, se les pone automáticamente el apodo de “Checo” ─ explicaba al borde del éxtasis el de Tele Madrid.

Pedro miró la agenda de su teléfono portátil.

─ Está más vacía que la fábrica de gaseosas  La Casera ─se dijo. ─ Me voy a ir a verlo y así me distraeré.

Volvía camino de vuelta a su casa, medio sordo, bajando por la calle de La Montera para atravesar otra vez aquella Puerta del Sol, que más parecía la puerta al infierno.

─¡Qué de millones de euros y de decibelios tienen esos motores! Si le fallan los frenos al Checo revienta la fuente de la Cibeles. Pero donde estén las motos… ¡Cuánto añoro a mi Princesa Azul! ─dijo cabizbajo.

Pedro había sido un excelente piloto de moto, nunca se cayó en sesenta años por pura buena suerte. Suerte que le venía de familia: su padre, un adolescente de la llamada "Quinta del Chupete", estuvo en primera línea de fuego en la última Guerra Civil  Española, oyendo el silbido de las balas y de la metralla, sin sufrir ni un rasguño. Y encima le tocó el bando vencedor.

Al llegar al final de la calle, se fijó en el escaparate de una tienda china: Sex Shop Kung Fu y le llamó la atención un aparato con forma de gusano y color rosado que no había visto en su vida. Le picó la curiosidad y entró.

Buenas taldes señol ─lo saludó un chino, que a Pedro le recordó un personaje del Loto Azul de Tintín ─¿Qué desea el señol?

─Pues hacerle una pregunta ¿Qué es eso que tiene en el escaparate y para qué sirve?

Pasillo tles al fondo izquielda: tláigalo y lo explico, señol ─dijo el comerciante oriental muy sonriente, haciendo aún más oblicuos sus párpados.

Cuando Pedro volvió con la caja, el dueño de la tienda lo sacó con mucha delicadeza.

Esto señol es un masajeadol de última genelación, un plodigio de la ingenielía industlial, para evital plobemas con mujeles malas a hombres solitalios como usted, señol… Usted mete miemblo vilil con este lublicante incluido, aplieta este botón y elige modo succión, complesión y velocidad. Luego limpia con agua nada más. El matelial de que está hecho se plobó en el espacio, señol, silicona de galantía máxima.

Pedro dudó, pero se encontraba en una situación sentimental desesperada y acabó comprándoselo.

Cuando llegó a su casa, encendió unas velitas y una barra de incienso, se tumbó en su cama y pidió a su altavoz Alexa que le pusiera música zen.

─Vamos a probarlo ─se dijo a sí mismo con algo de aprensión.

Con su miembro erecto incrustado hasta el fondo en la vagina artificial, apretó el botón y aquello empezó a inflarse y desinflarse lentamente; volvió a apretarlo y el aparato empezó a vibrar como una ametralladora de repetición Gatling. Entonces quiso pararlo apretando otra vez el botón y aquel Alien empezó a aspirar y soltar aire a toda máquina, como la locomotora de vapor de Buster Keaton en la película: El maquinista de La General.** Asustado apretó desesperadamente otra vez el interruptor… pero aquel motor no se paraba y cogía la velocidad del F1 de Red Bull del Checo Pérez.


−¡¡¡Socorro!!! –gritó Pedro aterrorizado, sin poder sacarse aquel cacharro infernal.

Corriendo por el pasillo con aquella piraña traqueteando a toda pastilla colgada de su pene, llamó lleno de pánico al teléfono de urgencias.

─¡¡¡Socorro, socorro; manden una ambulancia urgentemente a la calle Cantarranas, 13 sexto A!!! ─gritó a todo pulmón al sanitario que recibió la llamada.

─ ¿Qué le ocurre, señor? ─preguntó éste.

─ ¡¡¡Que tengo mi pene dentro de un masajeador chino que no puedo parar!!!

─ Oiga es un delito hacer bromas en este número, la llamada queda grabada...

─¡¡¡Socorro!!! ─chillaba a grito pelado Pedro.

─Señor, tranquilícese, y lea las instrucciones.

−¡¡¡Venía sin instrucciones!!! ¡¡¡Socorro!!!

Cuando Pedro abrió la puerta al médico de urgencias, desnudo, y con aquel aparato rebotando como un yoyó, el galeno primero se asombró y luego casi se cae al suelo de la risa.

−¡Llamen a los bomberos, rápido! –ordenó el doctor a su compañero, ya serio –puede presentársenos un cuadro de necropsia y amputación del pene.

−¡¡¡Ampu… qué!!! ¡¡¡Ay Dios mío!!! ¡¡¡Socorroooooo!!! –suplicaba descompuesto Pedro.

Cuando llegó el bombero, se quitó el deslumbrante casco y agarrando la cizalla descomunal que usan para cortar la chapa de los automóviles accidentados, se acercó a Pedro y con voz serena trató de tranquilizarlo.

−Usted no se mueva, por favor, yo le libraré, pero estese quieto como un muerto. Voy a meter estas tijeras y cortaré la silicona lateralmente. ¡Sujétenlo de brazos y piernas con fuerza!… ¡Zás!. –El bombero le palmeo la espalda. –Ya está hombre, ahora respire hondo. Ya pasó.

Pedro miró de reojo su entrepierna y le pareció ver a un fideo chino.

De madrugada, cuando los efectos de los sedantes y antiinflamatorios se habían atenuado: se levantó de su cama, abrió su armario, cogió el paquete del masajeador, se vistió y bajó a la calle.

Era noche cerrada y la calle estaba tan desierta como las arenas del Rif, donde hizo la mili. Cogió el rotulador rojo de trazo grueso que llevaba encima, y escribió con letras mayúsculas sobre la caja: ALIENÍGENA ESPACIAL CHINO.

Y lo dejó delicadamente encima del contenedor amarillo.

 

Marcuan. Copyraig. 21/7/2023

 

*Pequeño gran hombre (Little Big Man). Película norteamericana de 1970 dirigida por Arthur Penn.

**El maquinista de La General (The General). Película muda estadounidense de 1926 basada en un hecho real sucedido en 1862, durante su Guerra Civil.

lunes, 10 de julio de 2023

BABEL

 


Clérigos, banqueros, piratas, duquesas y malandrines de esta novela son imaginarios, y cualquier relación con personas o hechos reales debe considerarse accidental.

Todo aquí es ficticio, excepto el escenario. Nadie podría inventarse una ciudad como Sevilla. Arturo Pérez-Reverte. Prólogo del libro: La piel del tambor”.

Hago referencia a lo dicho por mi admirado escritor, para amparar con sus palabras todos los relatos que he escrito, escribo y escribiré en adelante. Aunque sean verosímiles como las leyendas, son ficción.

Además nadie podría inventarse una puerta como la Puerta del Sol...



Séfora



Pedro lo había leído muchas veces: hay gente que se siente sola en medio de las muchedumbres; y en ese mismo momento, rodeado de una marabunta que celebraba el orgullo gay en la Puerta del Sol, se sintió sólo y vacío.

Entró en el Starbucks de la Calle Montera, tan sediento como Moisés cuando encontró a Séfora en el oasis, al salir del desierto en la película de Los Diez Mandamientos. Porque notaba como si se le derritieran las suelas de los caros zapatos náuticos, comprados hacía poco en la Calle del Arenal de Sevilla, en compañía de su anterior pareja. 

Se acercó al mostrador.

¿Cómo te llamas? —Un joven mestizo espigado y con un delantal impoluto, le atendió detrás de la barra, esperando su respuesta.

Perdona majo, vengo de atravesar la dichosa Puerta ésa a 49 grados centígrados y estoy algo mareado. ¿Sabes quién ha sido el listo que no puso un solo árbol al entrar en la plaza? Macho, ¡como si hubiera estado atravesando el desierto de Atacama!* —dijo mientras se quitaba la gorra con faldón, estilo Lawrence de Arabia.** —Pedro, me llamo Pedro, creo...

¿Y Atacama dónde está, señor? ¿Es una cafetería?

Un café con hielo —pidió Pedro recordando la frase de Einstein: “Sólo hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana, y no estoy muy seguro de la primera”

¿Expreso, americano, macchiato, lágrima, latte, breve, árabe, caribeño, panna, cortado, con leche...—

Con hielo.

¿Te pongo el hielo en un vaso aparte?

Menos en vena ponme el café como quieras, majo —dijo Pedro exhausto.

Se acercó a una mesa pequeña y redonda, de madera maciza de roble, y se sentó en un taburete metálico fresco gracias al aire acondicionado, sintiendo un inmenso alivio en su entrepierna.

¡¡¡Pedro!!! —Gritó una chica asiática, detrás de molinillos gigantes, que trituraban sin parar granos de café. Le recordó a Penélope Cruz cuando dio el Oscar a su tocayo Almodóvar, preguntándose cuántos años hacía de eso... ¿O eran siglos?

Después de trotar medio Maratón hasta llegar a la esquina del mostrador, recogió un humeante y microscópico café, y un vaso de plástico con hielos del tamaño de terrones de azúcar.

¿Y la cucharita? —Preguntó Pedro.

La camarera, una menuda figurita de porcelana china, extendió el brazo como un robot, sin mirarlo, dándole un palito metido en una funda de papel.

A Pedro casi le quitan el sitio un par de gais, pero cuando lo vieron con el vaso de hielo en una mano, la tacita tintineante en la otra, el palito entre los dientes y echando rayos láser por su mirada, se apartaron con movimientos sinuosos, como los peces de colores de los acuarios. Sin rechistar.

Mientras esperaba que su minúscula ración de café fuera creciendo cuando se fundieran los hielitos, Pedro empezó a observar a todo bicho viviente que pululaba a su alrededor.

¡Sésar... Mohamed... Güendi... Wonder...! —se desgañitaba gritando a los cuatro vientos la descendiente de Gengis Kan.

Pedro observaba las idas y venidas de hombres y mujeres embutidos en camisetas negras de tirantes, con pantalones cortos, y con gorras de visera caladas hasta las cejas, llenos de todo tipo de tatuajes.

Un motorista de Glovo entró resoplando con su mochilón amarillo a la espalda y su casco de juguete, para recoger un pedido, mientras se apartaba para dejar pasar a un hombretón de dos metros: rubio y barbado como un vikingo, agarrado a la cintura de un coreano de cara cortada a cuchillo y con camiseta de un blanco radiante. Llevaba un logo en rojo impreso: Club de Halterofilia Nike Body.

A Pedro le dio por comparar sus muslos con los biceps de aquel atleta y estaba seguro de que sus piernas se parecían más a las de un pollo tomatero.

Las pieles de aquellas criaturas estaban blancas, porque empezaba el verano y aún no habían podido ir a achicharrarlas a Benidorm.

Mohamed, de barba larga con la longitud de un puño y sin bigote, como mandan los cánones de su religión, recogió su vaso y se acercó hasta el taburete que había libre al lado de Pedro y se sentó.

¿Puedo, paisa?

Sin problema —contestó Pedro mientras oía sorber su batido de fresas con nata, como si lo hiciera una aspiradora industrial.

Una mujer japonesa, alta y fina como un bambú, con un vestido largo hasta los pies, pedía su consumición impertérrita, sin quitarse la mascarilla ni el sombrero de paja de ala ancha; hasta que un hispanoamericano con una cinta de color sangre de toro, cruzada a su pecho y esgrafiada con un FELICIDADES PAPÁ, se puso detrás en la fila y la ocultó de su vista...

Pedro terminó su café con un par de sorbitos y volvió a la calle, llevándose su soledad a la espalda como el motorista de Glovo,  mientras las jóvenes prostitutas se exhibían en las aceras para ejercer su trabajo, abanicándose.

Aquella Babel no era la misma ciudad que había conocido hacía 50 años...

Cabizbajo cruzó la plaza, tan rápido como si anduviera por encima de la lava de un volcán hawaiano, hasta que una boca de metro con forma de caracola de la Guerra de las Galaxias, se lo tragó...



Marcuan: 07/Julio/2023.

¡Viva San Fermín!


*Desierto de Atacama: El lugar no polar más árido de la Tierra, se extiende por las regiones del Norte Grande y Norte Chico de Chile.

**Thomas Edward Lawrence fue un militar, arqueólogo y escritor oficial del Ejército Británico, durante la Primera Guerra Mundial.