viernes, 18 de noviembre de 2011

LA VIDA ES LO PRIMERO.



Recientemente he visitado a unos viejos amigos en un pueblecito de Burgos. Están arreglando las viviendas que abandonaron sus padres. Son casas preciosas de piedra caliza albina, con  mesas de nogal junto a la lumbre. En la sobremesa surgen conversaciones sobre temas de toda la vida en las sociedades rurales: hurtos en los huertos o en las casas que dejan vacías durante la semana. Todos ellos alardean de que si pillan dentro al ladrón le matan, entienden que se lo tiene merecido. Y no es así. Les digo que cuando dos derechos chocan, colisionan, uno de ellos debe prevalecer sobre el otro. ¿Tú por cuál te decantas? ¿cuál te parece más importante, la vida o la propiedad?. 

 La vida, amigos, la vida es lo primero.

Entonces entienden que defiendes al ladrón y te preguntan qué harías si te pasara a tí. Pues no lo sé, porque las circunstancias reales siempre son diferentes, pero estoy entrenado mentalmente para respetar la vida: toda clase de vida, sea humana, animal o vegetal. Y ese pensamiento lo he procurado transmitir a mis alumnos. Un insulto, una injuria, un escupitajo  no pueden ser comparados con sacar un ojo, amputar un miembro o realizar una ablación ¿verdad? Por lo tanto pegar un tiro con una escopeta de caza a un chaval de 13 años que roba tus manzanas -caso real-  no es justificable y se paga con pena de cárcel. 

Estos días asistimos sobrecogidos al asesinato de una niña de 17 años por  un novio despechado ¿cómo es posible evitarlo? Cuando boxeo en el gimnasio, Rafa, nuestro magnífico entrenador, nos enseña una y otra vez, a esquivar los golpes. Pero nadie consigue evitarlos todos. Así mismo debemos entrenarnos psicológicamente para evitar los puñetazos que puede darnos la vida.
En primer lugar recapacita conmigo: si no voy a boxear, no me encontraré con Flavio o con Jesús -un hombretón de 110 kgr.- enfrente. Del mismo modo si no voy al "botellón" no perderé el conocimiento al entrar en coma etílico -caso real con una de mis alumnas de 14 años- y siempre tendré el control de mi propio cuerpo. Si no me junto con amistades peligrosas, porque se drogan y se pelean, alejo la posibilidad de que yo me drogue y me haga violento. Pregunté, en cierta ocasión, a un exdrogadicto qué debía hacer para que mis hijos no lo fueran y me contestó: "vigila sus amistades".

Os recomiendo leer a Desmond Morris. Escribió hace tiempo El mono desnudo. Si quieres hacer una broma intelectual a tu marido o compañero regálale  La mujer desnuda. Y al contrario, verás qué cara pone tu novia o tu mujer cuando le entregues El hombre desnudo, del mismo autor, aunque más reciente. El título es equívoco, ya que en su interior el antropólogo nos cuenta la evolución que durante miles de años han sufrido el pelo, la boca, la vagina, los testículos... Por cierto, ¿te has preguntado por qué estos últimos, órganos vitales para la reproducción humana, no están "protegidos" en nuestro interior y andan colgando, más expuestos a golpes y amputaciones? Esa es otra historia a la que me referiré otro día.

Para evitar un ataque sexual usa un arma prodigiosa que todos llevamos dentro: la intuición. Hazle caso. Comprueba cómo alguien no te gusta desde el principio. No lo fuerces, tu cerebro primitivo ve cosas que no procesa tu cerebro consciente y algo en tu interior te avisa: ¡peligro!.
Y ahora escucha con atención. Cuando nuestros antepasados, los primates, tenían que enfrentarse a una agresión, primero intentaban asustar al enemigo. Los niños lo hacen también, se empujan poniéndose de puntillas para parecer más altos, se gritan y amenazan con la protección que obtendrán de su primo  el de Zumosol. Los gorilas golpean sus formidables pechos y enseñan sus colmillos amenazantes. Los boxeadores profesionales se miran fijeramente a los ojos. Sencillo, siempre que entro en combate puedo morir, voy a evitar  el choque haciendo huir al contrario. Porque, no hay enemigo pequeño. Si me enfrento a 110 kgr. de masa muscular con mis 69 kgr. emplearé mi mayor rapidez para no dejarme apresar. ¿Y si me atrapa y no puedo escapar? 

El miedo a morir hace que mi sistema nervioso me relaje el vientre para que le lance mis esfínteres, si le producen mucha repugnacia, puedo huir  cuando tape los ojos o conseguir que se aleje de mi... o que no me viole. También puedo hacerme más pequeño poniéndome de rodillas y llorar y suplicar para estimular su compasión o besar sus pies para halagar su orgullo. La amígdala nos da una orden natural primitiva inscrita en nuestros genes:
 
LA VIDA ES LO PRIMERO.

 

sábado, 12 de noviembre de 2011

¿AGRESOR O ABUSADOR SEXUAL?



Artículo 178 del Código Penal.- El que atentare contra la libertad sexual de otra persona, utilizando violencia o intimidación, será castigado como responsable de agresión sexual con la pena de prisión de uno a cinco años.

Art. 181 C.P..- El que, sin violencia o intimidación y sin que medie consentimiento, realizare actos que atenten contra la libertad o indemnidad sexual de otra persona, será castigado, como responsable de abuso sexual, con la pena de prisión de uno a tres años o multa de dieciocho a veinticuatro meses.


Todos hablamos de violación, pero ese término ha desaparecido de nuestro Código Penal. Ahora debemos decir "agresores sexuales" o "abusadores sexuales". La diferencia para ir más o menos tiempo a la cárcel está en el empleo de "violencia o intimidación".

Los jueces entienden que se emplea violencia cuando se actúa con fuerza contra otro, de forma física -dar un puñetazo etc.- o psicológica -decir falsedades de él etc.- En cambio, intimidar es cuando una persona amenaza a otra y le causa miedo. 

Hay que fijarse mucho, mucho, en la palabra consentimiento. Es muy difícil de entender para la gran mayoría de los hombres que cuando una mujer dice NO, es NO. No quiere decir SI, diciendo NO. Esté vestida o no esté vestida una chica, consentir significa que una persona da permiso a otra para que haga algo.

Lo que a mí me aterra, y por eso he empezado a hablar de las leyes por este tema, es que, según los expertos, en España hay al año 3.000 casos de agresiones sexuales cometidas por menores, por adolescentes, con una edad inferior a los 18 años.


Os doy su retrato:


  - El 99% son varones.

  - Pertenecen a todas las clases sociales, niveles educativos y culturales.

  - Suelen actuar en grupo en su primera agresión sexual.

  -No manifiestan sentimiento de culpa, no comprenden o sienten el daño causado a la víctima.

  - Si no son tratados psiquiátricamente a tiempo, a lo largo de su vida pueden cometer hasta 380 violaciones más.


Los padres de estos menores con un grave transtorno del comportamiento, suelen minimizar los hechos diciendo cosas como ésta: "Era un juego, no hay que darle más trascendencia"; "no puede ser, se lo habrá inventado la víctima" o como los vecinos del pueblo de un niño de cuatro años que calificaron su violación como una "gamberrada", estando la criatura recuperándose aún en el hospital. 

Y lo peor de todo es que la edad de los agresores es cada vez más baja. Conozco el caso de un agresor de ocho años. ¿Tendrá algo que ver la cantidad, inmensa, de películas con violencia sexual que ven los niños con o sin consentimiento de sus padres? 

Recuerdo que todos los años preguntaba al comienzo de curso a chicos de 12 años si habían visto a escondidas películas pornográficas. Un 30% reconocía que sí y desde que el uso de Internet se ha generalizado, ya ni te cuento. 

"¿Os imagináis a un bebé dándole de comer un cocido completo?" -les decía -"Pues igual pasa con vuestros cerebros: no están preparados para asimilar esas imágenes".

Bueno, hasta aquí hemos dicho lo que pasa, pero en el próximo blog veremos qué hay que hacer para evitar en lo posible una agresión sexual y cómo debemos actuar si tenemos la desgracia de vivirla.

Cuidaros.

Marcuan.

 



jueves, 3 de noviembre de 2011

¡NO LUCIR!


Cuenta una fábula que un gusanito de luz pasaba al lado de un sapo. Éste le escupió todo su veneno. Agonizante, el gusanito le preguntó por qué le agredía sin haberle hecho nada. Con gran odio y rencor el sapo le contestó: "¡No lucir!".

Hay seres mediocres, acomplejados, infelices, criados sin afecto, maltratados por la vida que, en vez de trabajar para mejorarse, vuelcan, como el sapo del cuento, toda su frustración en hacer sufrir a personas que consideran débiles e inferiores. 

En cambio, son sumisos y cobardes ante los fuertes o ante sus jefes. 

No cambian nunca. Grábate esto en tu memoria para siempre: huye de ellos. No creas que tu amor, tu felicidad, tu alegría vital, tu inocencia, tu belleza, prestigio o cualquier "luz" que tengas les hará cambiar jamás. Sufrirás sus agresiones físicas o psíquicas para, al poco rato, estar a tu lado como si no hubiera pasado nada. Incluso te hacen regalos para que les perdones, ya que "nunca" lo volverán a hacer. Falso. Conseguirán de esa forma debilitarte para tener un control y dominio absoluto de tu persona y de tu mente, del que no se puede salir si no empleas dos cosas: conocimiento y coraje.

Si crees encontrarte en esta situación, lee los libros a los que me referí anteriormente. Y además el de Marie-France Hirigoyen "El acoso moral. El maltrato psicológico en la vida cotidiana" Editorial Paidós. Te ayudarán mucho en tu vida privada o laboral.

Recuerdo que todos los años, en las reuniones semanales de tutoria con mis alumnos de 12 años, escuchaba con mucha frecuencia quejas porque les insultaban. Quizás en sus casas o en la televisión basura, les digan o vean que al insulto se responde con otro mayor o con violencia. Y no debe  ser así. 

El que insulta "sin motivo" esconde el deseo secreto de llamar tu atención. Disfruta cuando le respondes con ira. Es un error. Cuando una persona que no te quiere te insulta, no le des importancia, emplea la indiferencia. "Pasa" de él. 

Sólo debes hacer caso de lo que digan personas que te quieren de verdad, que se preocupan de ti desinteresadamente, de las que te demuestran cariño y afecto.  Las personas más cultas y sabias del mundo nunca dan importancia al insulto, porque intelectualmente no es racional.

Otra cosa es llamar a las cosas por su nombre: un asesino convicto y confeso en un juicio legítimo, es un asesino y debe asumir que lo es para  rehabilitarse y no volver a serlo o para que los demás no quieran serlo. 

En mis próximos escritos os iré desmenuzando el mundo de las leyes, del Derecho, de los hombres y mujeres que consiguen con su trabajo que sigamos siendo seres civilizados, alejados del mundo natural del que procedemos... queramos o no reconocerlo. Pero esa es otra historia.


Marcuan

 

miércoles, 2 de noviembre de 2011

PSICÓPATAS


¿Estás preparado para aprender a detectar "camaleones" con tu lupa? Vamos a ello.


1ª División.- Conductas delictivas extremas polivalentes en el crimen, sin ninguna vinculación afectiva y que sólo busca el placer propio intenso e inmediato. 

Fácil ¿no?. Cuando ejercía como abogado de oficio todos los policías y jueces los conocían.  Conviven con ellos a diario. El colectivo de personas que trabajan con este tipo de personas suele acabar afectado emocionalmente. Hoy mismo, una juez se sorprendía desagradablemente porque el culpable se reía cuando la viuda de la víctima contaba, llorando, cómo vio a su marido morir abrasado vivo dentro del vehículo reventado por una bomba terrorista.

Este psicópata no se camufla, es una persona que no sabe detectar el sufrimiento que produce a su alrededor, es un lexitímico, no tiene sentimientos  de empatía y suele acabar con sus huesos en la cárcel o muerto violentamente. 

Si te cruzas en su camino debes huir inmediatamente de su su lado, igual que si vieras un alacrán y jamás, ojo, jamás, debes darle datos personales con los que pueda localizarte.


2º División.- Tiene una "doble vida". 

Sale mucho en las películas. Es un delincuente camuflado como persona respetable: policías corruptos, sacerdotes pederastas -que olvidan tirarse al río con una piedra antes de escandalizar a un niño-, jueces hipócritas que envían al corredor de la muerte a personas que cometen sus mismos delitos; banqueros y financieros ladrones de guante blanco que arruinan sin escrúpulos a los pequeños ahorradores; políticos falsamente patriotas que malversan fondos públicos... si tu compañero o compañera te miente, te engaña, ¿cómo va a tener tu confianza?


3º División.- Quiero que pongas mucha atención para saber detectar a tiempo este tipo, un psicópata que no es técnicamente un delincuente, pero que utiliza la humillación y el dominio en su relación con los demás: hieren, nos aislan de nuestros amigos y familiares y minan nuestra autoestima, nos hacen dudar de nuestra propia valía humana. 


Si te enamoras de ellos lo vas a pasar muy mal. Debes comprender que no es amor lo que te tienen sino ganas de controlarte: con quién vas, en qué horas, cómo te vistes. No merece la pena esta forma de vivir. Dales puerta antes de tener hijos con ellos o serás muy desgraciado.

En el próximo escrito os contaré una fábula que tiene que ver con  el tema.  

Prometido y recapacita.

Marcuan.