sábado, 18 de febrero de 2012

HIPATIA DE ALEJANDRÍA: UNA PRUEBA DE AMOR.


El día 14 de Febrero se dedica a San Valentín, patrón de los enamorados. Este sacerdote dio su vida por casar, contraviniendo las órdenes del Emperador, a los soldados romanos que iban al combate.

Nuestro cerebro, cuando estamos enamorados, nos vuelve ciegos. Idealizamos a la persona que amamos. Quizás por efecto de la oxitocina o de otras hormonas... ¡pero qué agradable es estar enamorados!

Hipatia, una extraordinaria mujer de la antigüedad, encontró un método para "desenamorar" al instante. Que no os ocurra.  
 


Esa noche Ana no podía dormir. Su cerebro se “rayaba”.


¿Raúl la quería realmente? ¿Y por qué a ella y no a otra? ¿Su amor duraría para siempre? No se le ocurría ninguna prueba irrefutable y definitiva que lo probara.  Hasta que tomó una decisión: por la mañana llamaría a Paula, su amiga de toda la vida.  


Soñó con aviones.


Paula Reques Martín, teniente del ejército del aire, primera mujer española piloto de combate, número uno de su promoción. 

Paula ve, decide y ejecuta en Mach 2 el doble de la velocidad del sonido sin que la tiemble el pulso. Una joya. Después de oír a Ana, cogió un libro de su biblioteca. 

Ahí tienes tu respuesta, lee la biografía de esta mujer filósofa y matemática: Hipatia de Alejandría, del siglo IV de nuestra Era ―dijo Paula  y, ya puesta, sigues con Cleobulina, hija de uno de los siete sabios de Grecia; Teano, hija o esposa no se sabe de Pitágoras o Aspasia de Mileto, maestra de retórica de Pericles y que enseñó filosofía a Sócrates.

Paula nunca la decepcionaba. A su lado se sentía siempre segura de sí misma.


“Hipatia era muy bella y explicaba sus conocimientos en el ágora, donde no era corriente ver a una mujer rodeada de varones. 

Se comportaba con naturalidad. Sus biógrafos cuentan que vestía el tribón, un manto sencillo, usado por los  estoicos, para no parecer llamativa. Era prudente y modesta y virgen. 

No obstante pasó lo  inevitable: uno de sus jóvenes discípulos, de una rica familia patricia, se enamoró de ella. Tanto, que cayó gravemente enfermo al no ser correspondido por Hipatia.

Dasmacio, filósofo contemporáneo, nos cuenta cómo la astrónoma curó a su alumno enamorado. 

En una clase Hipatia le enseñó un paño empapado con la sangre coagulada y maloliente de su menstruación.


¿Esto amas? ―le dijo―. Pues esto soy, un menstruo, algo sin valor y nada hermoso.


Sócrates nos describe la trágica muerte de Hipatia: unos fanáticos cristianos dirigidos por Cirilo, obispo de Alejandría, la derribaron del carro que conducía. Luego la arrastraron, desnudaron y lapidaron. Sus miembros descuartizados se quemaron en Cinarón.

Han pasado treinta años desde que Ana hizo lo mismo que Hipatia con Raúl. Su novio resistió la prueba y acabaron casándose. 

Tienen una hija adolescente, Rebeca.

Mamá, una persona está muy enamorada de mí, pero no estoy segura de que me quiere de verdad. ¿Hay alguna manera de saberlo?

Ana aún conservaba el libro de Hipatia de Alejandría. Se lo dio a su hija para que lo leyera en su habitación. Más tarde oyó un grito. 

¡Pero mamá, a mí esta prueba no me sirve de nada, porque quien dice que me quiere es Raquel!


Marcuan. 14/02/2012.

No hay comentarios:

Publicar un comentario