jueves, 22 de diciembre de 2022

¡BAILA PEONZA BONITA!

 Como profesor de Instituto tuve muchos alumnos rumanos. Alcalá de Henares acoge a una población romaní  cercana a los 21.000 que, sumados a todos los de la Comunidad de Madrid, se aproximan a la población de la provincia de Segovia y su capital.

Desde lo alto de mi terraza, como en la famosa película: "La ventana indiscreta" de Alfred Hitchcock, los observo jugar... y así nació este cuento.

Os deseo salud, amor y dinero en el Nuevo Año, además de paz para todos los corazones de buena voluntad, en nuestra aún existente Unión Europea.





Odo tiró con todas sus fuerzas de la cuerda, haciendo girar la peonza a la vertiginosa velocidad de un electrón. Tenía quince años de edad, algunos menos de edad mental y mucho sobrepeso.

Agachándose, la recogió del suelo con la precisión de un relojero y la hizo bailar de mano a mano a través de su torso. Sonreía bobaliconamente mirando hacia el grupo de niñas adolescentes que jugaban a su lado al corro de las patatas, intentando llamar su atención.

Las chicas, crueles e inmisericordes, huyeron despavoridas al otro extremo de la plazoleta.



¡Baila peonza bonita! ¡Baila peonza bonita! -susurraba Odo.

Cuando la inercia de la peonza se agotó, decepcionado, miró hacia el grupo de niñas chillonas; rebobinó su juguete con pulcritud guardándolo en su bolsillo y, cabizbajo, se dirigió hacia una de las callejuelas del parque.

Hola Odo le dijo un anciano de larga y poblada barba blanca que estaba sentado en un banco te veo desde mi azotea bailar tu peonza y lo haces muy bien.

¿Esti român?*le preguntó Odo.

No, soy de más al Norte, de una región muy fría.

¿Dónde está?

Detrás de aquella Sierra de la Mujer Muerta, camino de Segovia ¿la ves allá a lo lejos? dijo el anciano señalándola.

¿Hay una mujer muerta en una montaña? ¿La mordió el Conde Drácul?

¿Quieres que te cuente su historia?

Síííííí palmoteó entusiasmado Odo.

Vale. Pero antes te voy a pedir un favor: haz bailar tu peonza como mejor sepas.



Empezaba a anochecer y se iluminaron todos los balcones de los vecinos con luces multicolores y parpadeantes. Comenzó entonces un festival espectacular... La peonza de Odo bufaba, volaba, saltaba, brincaba, subía, bajaba, se aproximaba y se alejaba como un rayo.

El grupo de niñas, que jugaban en los columpios, se acercaron con sus padres y amigos rodeando a Odo, para poder ver de cerca aquella función digna del Circo del Sol.

Cuando sudoroso y agotado Odo paró, el viejo empezó a aplaudir y una ovación en cascada brotó desde todas las terrazas, bañando la cara de Odo resplandeciente como oro bruñido.

Entonces el anciano se quitó el abrigo, enseñando su casaca roja ribeteada con piel de armiño, se puso un gorro de lana borlado y abriendo los brazos saludó a todo el barrio.

¡¡¡Oh, Oh, Oh!!! gritó con fuerza ¡¡¡Feliz Navidad Odo!!! ¡¡¡Feliz Navidad a todos!!!

Un trineo tirado por nueve renos bajó volando. Santa Claus se subió en él y cogiendo una caja envuelta en papel de plata se la entregó al asombrado Odo,  diciéndole:

Cuando te encuentres solo o te sientas maltratado por la indiferencia de la gente, haz bailar y sonar este trompo mágico. Su música curará la tristeza de tu corazón dijo chasqueando su látigo y desapareciendo como un misil supersónico.

Odo abrió la caja, sacó su nuevo y flamante juguete... ¡y lo hizo bailar!

¡Baila trompo bonito! ¡Baila trompo bonito!

Y de las entrañas de aquel trompo mágico surgió una dulce canción navideña que decía...



¡PACE PE PÂMÂNT BÂRBATILOR SI FEMELOR DE BUNE VOINTÂ!**


Marco. Navidad 2022. Copyright.


*Rumano: ¿Eres rumano?

**Rumano: ¡PAZ EN LA TIERRA A TODOS LOS HOMBRES Y MUJERES DE BUENA VOLUNTAD!


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